En la Era de la Información y gracias a la rápida asimilación de los dispositivos “inteligentes”, el ser humano ha visto supeditada su interacción social en pos de la interacción en red (social). Un incesante torrente de datos nos comunica, a cada momento, cómo se desarrolla nuestro entorno dentro de esa red. Esto desencadena (como cualquier estímulo) procesos lógicos que nos llevarán a tomar decisiones actuando de acuerdo con la información recibida. Estas decisiones pueden tener resultados dentro o fuera de Internet, aunque en numerosas ocasiones, estos límites (dentro-fuera) no estén del todo definidos y sucesos que ocurren en la calle tengan enorme trascendencia en Internet o viceversa.
Estas nuevas tecnologías que, aún en la calle, ocupan gran parte de nuestra atención (smartphones, tablets, google glasses) nos avisan de lo que acontece simultáneamente en el mundo y, por consecuencia, en la red a nuestro alrededor. Así se nos informa de dónde queda el Metro más cercano, la tienda con más seguidores en Twitter, el evento que está a punto de comenzar a sólo 2km de nuestra posición, las últimas entradas para ver la película que el otro día marcamos con un “Me gusta” en Facebook… Y así con una interminable lista de recuerdos e intereses almacenados en la web.
En resumidas cuentas: gracias a la tecnologización de la sociedad nuestro caminar no deja de ser una interacción constante con el medio que se ve reflejada en nuestra actividad en las redes. Se torna visible lo íntimo y, con frecuencia, invisible lo que tenemos justo delante.
Partiendo de esta premisa (visible, invisible) aplicada a la interacción humana, reconocemos como visibles los datos de “interés” soportados en la web. Y como invisibles, todo el repertorio de personas que, desde el límite de la legalidad (dentro y fuera a un mismo tiempo) desarrollan su actividad en la calle: mendigos, repartidores de propaganda, vendedores ambulantes, publicidad humana, etc.
El proyecto que se plantea trata de llevar al campo visible tanto a estas personas como a sus actividades siguiendo el registro de información más extendido en este tiempo: Google. Lo que se pretende es crear una plataforma paralela que recoja datos de interés sobre estos “invisibles” (localización, nombre, edad, actividades que desempeña…) con el propósito de proporcionarles visibilidad. Intentamos acercar a la población a este pequeño submundo no con el fin de acabar con su situación, sino con el de promulgar la asimilación de estos relegados para que pasen a formar parte de la vida social tanto real como virtual de la ciudad.
En el ámbito práctico se desarrollará una plataforma web interactiva y popular que contenga mapas de ciudades, categorías de invisibles y formas de localizar a éstos en el mapa, así como un apartado de biografía si se cree necesario. Contendrá imágenes, audio y vídeos respectivos a cada categoría marcada.
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